martes, 6 de julio de 2010
Estupa III
Estructura
Una estupa se compone esencialmente de cinco componentes:
Una base cuadrada.
Una bóveda hemisférica.
Una punta cónica.
Una luna creciente.
Un disco circular.
Cada uno de estos componentes se identifica con uno de los cinco elementos cósmicos:
tierra
agua
fuego
aire
éter (o espacio)
Simbolismo:
El monumento simboliza la doctrina budista en la que cada parte representa elementos cósmicos. La base cuadrada representa la tierra. La bóveda hemisférica describe la parte celestial. La terraza simboliza la residencia de los dioses. La luna creciente es la unión del cielo y de la tierra. Y por último, los chakras o discos que coronan el mástil y, que a medida que ganan altura, pierden superficie y representan los cielos sucesivos.
Características
Se trata de un centro de influencias benefactoras, por lo cual, se tenía sumo cuidado a la hora de ubicar el monumento. En el edifico se recitan pregarias y se medita recorriéndola alrededor dejando siempre el objeto a venerar a la derecha. La stupa está delimitada en un recinto cuadrangular, abierto mediante cuatro puertas orientadas a los cuatro puntos cardinales.
Decoración
La decoración se concentra en las toranas, es muy directa, plástica y sensual y que a menudo representa los jakatas, es decir, las historias de las anteriores vidas de Buda o de sus seguidores.
Evolución y particularidades regionales
En el Tíbet las bóvedas hemisféricas tiene forma de bulbo y por ejemplo en Sri Lanka son en forma de campana. En Indochina tiene forma de flecha y en Bután y Nepal se decoran con unos ojos pintados. En el Oriente de Asia han evolucionado ganando monumentalidad y altura. La forma de las estupas varía según la región en la que esté construida. En el Tíbet, por ejemplo, tienen forma de bulbo, mientras que en Myanmar se asemejan más a una campana.
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